lunes, 17 de septiembre de 2018

Criminalidad y Género.


El papel de las mujeres y de los hombres se encuentra igualmente condicionado por la crianza y los ideales, que el orden social le ha otorgado a cada uno de estos, clasificándolos según la susceptibilidad que posee cada género a la delincuencia.




Tanto las mujeres como los hombres pueden ser autores de delitos, ambos tienen la misma capacidad para realizarlos, sin embargo no poseen la misma necesidad ni oportunidad para cometerlos. Las mujeres han sido educadas desde muy pequeñas como aquellas que deben ser frágiles y educadas, sumisas y respetuosas, débiles y recatadas; por tanto el peso que las mujeres llevan en sus hombros es alto ya que creen que deben cumplir con las expectativas que les han sido inculcadas. Temen cometer errores porque no quieren ser juzgadas por la sociedad, se ven más afectadas que los hombres por los comentarios y la opinión que los demás tendrán acerca de ellas y se interesan ampliamente por llenar las expectativas del grupo social al que pertenecen. Los hombres por su parte no se interesan tanto por ser aceptados socialmente, sino que más bien intentan demostrar que son independientes y autosuficientes. Se preocupan por demostrar su rudeza y fortaleza por impresionar a los demás pero sin embargo por llenarse ellos mismos intentan satisfacerse a toda costa, inclusive si para lograrlo deben ir en contra de las normas socialmente estipuladas.


Una tarea clave de la Criminología sigue siendo explicar a través de la construcción social del género la razón o razones del ¿por qué las mujeres delinquen menos que los hombres? A través de la visión de género en las investigaciones de Criminología se intenta conciliar algunos elementos que diferencian a la mujer del hombre para explicar los bajos niveles de criminalidad femenina contrastando la participación delictiva de ambos género. Es decir que, aunque la mujer ha ganado espacios laborales del varón, sigue delinquiendo menos. Por ello, la necesidad de readecuar valorativa, estratégica e institucionalmente las políticas criminales en materia de este difuso y complejo fenómeno que resulta la criminalidad femenina.
¿Por qué las mujeres delinquen menos que los hombres?
 Durante los años formativos, la habilidad y motivación para cometer crímenes por parte de mujeres está restringido por el control social. Las chicas tienen a estar supervisadas de forma más cercana y son alejadas de malos comportamientos. Esto continúa durante la adultez, donde la toma decisiones de las mujeres está más sujeta a vigilancia por parte de sus entornos.
La divergencia entre niveles de fuerza física reales y percibidos de hombres y mujeres crea otra desventaja para las mujeres en el mundo criminal, que premia la potencia física y la violencia. Los motivos para la preferencia de fuerza muscular son claros, y eliminan a muchas mujeres que, de otras formas, formarían parte del grupo que comete el delito
Los crímenes cometidos por mujeres están a la vez inhibidos y moldeados por dos adjetivos asociados a las mujeres: obligaciones de su rol (hija, mujer, madre, etc.) y la presunción del cuidado femenino; así como las expectativas de belleza femenina y virtud sexual. Estos dos casos crean limitaciones a las oportunidades de cometer crímenes por parte de las mujeres. El ejemplo más obvio serían las obligaciones con los hijos en edad infantil. La línea de qué es masculino y qué es criminal es muy fina, mientras que los valores criminales son la antítesis de lo que se considera femenino.
Tener oportunidad para cometer el delito es el principal motivo para cometerlo y las mujeres tienen menos oportunidades.
Ambos géneros tienden a ser atraídos por crímenes que estén dentro de sus habilidades, gocen de bajo riesgo y tengan una recompensa razonable. Los hombres asumen riesgos por motivos distintos a las mujeres (Hagan y Steffensmeier, 1983; Steffensmeier y Allan, 1996). Los hombres lo hacen para ganar ventaja competitiva o crear mejor status, ambos actos que en ciertos momentos pueden ser adquiridos a través de conductas criminales. Mientras que las mujeres toman más riesgos centrándose en las relaciones personales de sus seres cercanos. Que no aleja a algunas mujeres de los crímenes, como que sirve de refuerzo a toma de malas decisiones cometer un delito por parte de los hombres.
  







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Referencias Bibliográficas

Adler, Freda. Sisters in Crime (teoría de la liberación de la criminalidad femenina)EE.UU, 1975. Barredo, A. (3 de febrero, 2016). La Ci...